PSIQUIATRÍA Y PANDEMIA

¿Se ha aplanado la curva? ¿Empezará el descenso? ¿Habrá un retorno a la normalidad o ésta será siempre nueva? No lo sabemos, pero el costo que estamos pagando por no poder acabar con un virus a pesar de los avances tecnológicos y terapéuticos en materia de salud son incalculables. Si bien existe una larga tradición en la investigación y la clínica psiquiátrica y psicológica para intervenir de forma inmediata en los casos de desastres, no ha sido sino hasta la aparición global de la Covid-19 que se han detectado alteraciones emocionales propias solo de una enfermedad infecciosa de esta naturaleza. Destacan entre ellas: El duelo de los muchos miles de familias que han perdido seres queridos por muertes inmerecidas e inesperadas.El agotamiento físico y mental del personal de salud, permanentemente en riesgo de contagio, aumentado por el trauma de perder un alto porcentaje de batallas contra la muerte del paciente.El aislamiento social ya tan prolongado entre miembros de una misma familia o comunidad, con efectos depresivos que pueden ir de lo leve a lo severo y con un estado de ansiedad exacerbado por el temor al contagio propio y de los seres queridos.Las secuelas neuropsiquiátricas derivadas de tratamientos tan invasivos como la intubación, aun cuando ésta haya permitido salvar la vida. Mientras no podamos organizar sin riesgo de contagio sesiones presenciales individuales y de grupo, tendremos que seguir dependiendo de la ventaja que nos dan las redes sociales y los modos virtuales de comunicación para proporcionar la mayor ayuda emocional posible en todos estos casos. www.drmassa.com.mx La imagen corresponde a la Sala 4 del Museo Nacional de Beirut. Un...

LOS EFECTOS MENTALES DE QUEDARNOS EN CASA

Con excepción de los pacientes que he atendido telefónicamente o vía skype, me ha hecho falta tener contacto con todos los amigos con los que comparto los efectos del distanciamiento social o, en su caso, la cuarentena y el aislamiento. Además del miedo al contagio, no es de extrañar que sintamos una enorme frustración y un gran aburrimiento, fundamentalmente porque han cambiado nuestras rutinas y se ha reducido nuestro contacto físico y social. Tampoco es difícil que estemos sumamente ansiosos por no poder llevar a cabo cuestiones que teníamos programadas, como la consulta al dentista, la compra de algo faltante, los arreglos de la casa, los trabajos pendientes y, sobre todo, que estemos angustiados por la falta de productividad y consecuentemente de ingresos. Preparémonos para lo que viene con la certeza de que evitar la cuarentena y propagar la enfermedad hubiera sido una decisión con peores consecuencias. Si la ansiedad ante la incertidumbre rebasa los niveles que le resultan soportables, pida ayuda médica; si puede sobrellevarlos, ayúdese a reducir el malestar viendo menos noticieros, mantenga contacto virtual con sus amigos, permítase ser compasivo, coma y duerma bien, haga ejercicio, respiraciones profundas y/o meditación. La imagen es un relieve asirio conocido como El banquete bajo la parra, realizado en el siglo VII...

FLASH PSIQUIÁTRICO

COVID-19 El estrés y la ansiedad son respuestas esperadas en momentos de crisis como la que estamos viviendo ante la pandemia del Covid-19. Pero tenemos que estar atentos al riesgo de que la respuesta de ansiedad alcance niveles desproporcionados, sobre todo entre los adultos mayores, los pacientes con enfermedades crónicas y los muchos desempleados y trabajadores autónomos que no podrán continuar sus quehaceres. Para el médico psiquiatra, es imprescindible hacer saber a sus pacientes, de quienes probablemente tendrá que aislarse físicamente, que la ansiedad que sobreviene puede causar o aumentar los siguientes síntomas: Temor por lo que pueda ocurrirle al paciente mismo y a sus seres queridos.Cambios en los patrones de sueño y alimentación.Dificultad para dormir y concentrarse.Agravamiento de los problemas de salud crónicos.Aumento en el uso de alcohol, tabaco y otras sustancias.Aumento de la violencia familiar. Y que para su manejo es indispensable: Surtirse de los medicamentos que le han sido prescritos y tomarlos exactamente como se le ha indicado.Monitorear y reportar cualquier cambio en su sintomatología. Para todas las personas, además de consultar a un médico si presenta por primera vez los síntomas descritos, lo que hará que probablemente le prescriba un ansiolítico (todos ellos son medicamentos restringidos),  es recomendable evitar en lo posible leer o escuchar todo lo que se dice (las más de las veces falsamente) de la pandemia; hacer ejercicio; meditar y mantener contacto telefónico o virtual con sus familiares y amigos. Otra imagen de Shamash. Dios mesopotámico del Sol y babilónico de la Justicia. La tablilla de piedra caliza se encuentra en el Museo del...

PRECISIONES PSIQUIÁTRICAS

Las psicosis y la esquizofrenia II Cualquiera que sea su causa, un episodio psicótico no se produce repentinamente. Siempre lo anteceden una serie de signos que muchas veces los familiares solo alcanzan a ver en retrospectiva, cuando asocian una serie de cambios graduales en la conducta del paciente, manifiesta por lo general en un desinterés por el aseo personal, una baja en el rendimiento académico o laboral, poca concentración, tendencia al aislamiento y reacciones emocionales exacerbadas o, en su defecto, ausencia de emociones ante cualquier situación. A estos pródromos de un cuadro psicótico le siguen los primeros signos de percepciones auditivas, visuales u olfativas, no compartidas por los demás y, muchas veces, una no conocida suspicacia y una nueva inclinación a sostener y aferrarse a ideas o creencias extrañas. Una vez que se manifiesta plenamente, el episodio psicótico aúna a los signos anteriores las alucinaciones y los delirios. La imagen corresponde a Shamash, el dios mesopotámico del sol y dios de la justicia para los babilonios. Esta figura de terracota fue creada cerca del año  de 1900 A.C. y forma parte de los tesoros del Museo Británico de...

PRECISIONES PSIQUIÁTRICAS

Las psicosis y la esquizofrenia I Ya hemos ofrecido en otras entregas la información general que conviene conocer a los pacientes psiquiátricos y sus familiares. Siempre es posible, sin embargo, profundizar en ciertos temas, como lo han solicitado algunos amigos. La esquizofrenia, considerada como un trastorno del neurodesarrollo que se manifiesta generalmente en los adultos jóvenes, comienza casi siempre con un episodio psicótico.  Pero si bien la esquizofrenia es un trastorno psiquiátrico mayor, la psicosis puede aparecer como síntoma de muchas otras condiciones en las que se ve afectada la forma en que el cerebro procesa la información y causa la pérdida de contacto con la realidad. El estado psicótico impacta la percepción, las emociones, la cognición y el comportamiento de quien la sufre, produciéndole alucinaciones, delirios y pensamiento desorganizado. El paciente psicótico pierde la capacidad de entender lo que ocurre y no tiene conciencia de la falta de sustento de sus pensamientos y emociones. Los episodios psicóticos pueden ser causados por factores genéticos, por consumo de drogas, por trastornos psiquiátricos como la depresión profunda, el trastorno bipolar, la deprivación del sueño, los tumores cerebrales, la demencia, la enfermedad de Parkinson, algunos trastornos hormonales y, también, por un evento traumático como la pérdida del ser amado, una violación, la guerra y otros sucesos igualmente estresores. En otra entrega detallaremos los síntomas psicóticos y los patrones de conducta que pueden considerarse pródromos de un brote. La ilustración que presentamos corresponde a la diosa mesopotámica Inanna, asociada con el sexo, la guerra, la justicia y el poder político. Los acadios, babilonios y asirios la veneraron como Ishtar, “Reina del Cielo” o...

RASGOS DE PERSONALIDAD Y TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS

En nuestra práctica clínica, se ha hecho evidente la necesidad de evaluar los rasgos de personalidad de los pacientes, tanto para conocer su vulnerabilidad ante trastornos psiquiátricos que pueden ser comórbidos, como para elegir un tratamiento que no refuerce los rasgos negativos que se encuentran, por ejemplo, en la personalidad adictiva. En los todavía insuficientes estudios que se han hecho, ha quedado de manifiesto que el rasgo de personalidad conocido como “búsqueda de sensaciones”está relacionado con la actividad dopaminérgica y es altamente hereditario. Este rasgo distingue a las personas que buscan –y encuentran– sensaciones y experiencias nuevas, variadas e intensas y que están prontas para correr riesgos físicos, sociales, legales y financieros. No es extraño entonces la comorbilidad de la “búsqueda de sensaciones” con las adicciones, el trastorno bipolar, las conductas antisociales e incluso el suicidio. Otro rasgo igualmente preocupante es el neuroticismo –no confundir con neurosis– comórbido con la mayoría de los trastornos psiquiátricos, desde la distimia hasta la depresión mayor, incluidas las psicosis. Se trata de un estado emocional permanente, caracterizado por  reacciones y emociones negativas, como la autocrítica excesiva, la culpa, la envidia, la ira, la ansiedad y el estrés, capaz de hacer que las personas vivan como amenazantes las situaciones más cotidianas. Estudios recientes han señalado que el neuroticismo está presente en la mayoría de los casos de trastorno de ansiedad generalizada y al menos en el 50% de los casos de depresión mayor de naturaleza genética, además de ser un factor de riesgo para el desarrollo de la esquizofrenia y otras psicosis. JOHN WILLIAMS WATERHOUSE....