La Enfermedad de Alzheimer es la demencia más frecuente en personas mayores de 65 años. No se conoce aún la causa de este tipo de demencia, pero se ha avanzado significativamente en la investigación al encontrar una constante en los muchos casos estudiados, que consiste en la acumulación anormal de dos tipos de agregados proteicos: los “ovillos neurofibrilantes”, que son estructuras anómalas que se forman al interior de la neurona a partir de la proteína Tau, y las “placas seniles” o depósitos anormales de un péptido llamado beta-amiloide, que se alojan en la sustancia gris del cerebro. La conjunción de estas estructuras provoca la pérdida de la capacidad neuronal de transmitir mensajes y otros efectos tóxicos que conducen indefectiblemente al proceso neurodegenerativo y la muerte neuronal.
Algunos estudios han mostrado que al menos en un 40% de los casos de Alzheimer hay una historia familiar de demencia de este tipo, y ya hay avances en el campo de la genética que permiten detectar mutaciones en los cromosomas 1, 14 y 21, cuando se trata de la aparición temprana de la enfermedad (entre los 30 y los 60 años).
La demencia vascular, también llamada multiinfarto, es presumiblemente un grupo de enfermedades vasculares causado por la lesión de los vasos sanguíneos que alimentan distintas áreas del cerebro y que comparten un patrón sintomático de demencia. Estas enfermedades se presentan con mayor frecuencia en varones y especialmente en quienes padecen hipertensión y otros factores de riesgo como la ateroesclerosis.
Demencia de los cuerpos de Lewy. Clínicamente muy parecida al Alzheimer, esta demencia se caracteriza por alucinaciones, parkinsonismo y signos asociados con la locomoción, los movimientos complejos y el control de la postura (extrapiramidales). La enfermedad recibe su nombre de unas estructuras proteicas descubiertas por Frederich Lewy, que se observan en las neuronas del cerebro afectado.
La demencia fronto-temporal se caracteriza por la atrofia de las células nerviosas de los lóbulos frontal y temporal, que son las áreas cerebrales generalmente asociadas con la personalidad, la conducta y el lenguaje. También ésta es una enfermedad que se presenta mayormente en hombres, y sobre todo en aquellos que, cercanos a los 75 años, tienen antecedentes familiares de demencia.
Entre el 20 y el 30% de los enfermos de Parkinson sufren también de deterioro de las habilidades cognitivas y en última instancia de demencia. Se considera que existe un paralelismo entre los movimientos lentos de la persona con Parkinson y la lentitud de pensamiento, también llamada bradifrenia, que afecta a algunos de esos pacientes.
Por último, la enfermedad de Huntington, causada por una mutación genética que afecta las células nerviosas del cerebro y de la columna vertebral, se caracteriza por movimientos anormalmente lentos y se asocia con una demencia que empeora lentamente pero que termina por instalarse, muchas veces incluyendo síntomas de depresión y psicosis.
