PRECISIONES DE LA PSIQUIATRÍA 2

A partir de este 19 de septiembre y en mayor o menor grado, la mayoría de nosotros estamos sufriendo Trastorno de Estrés Agudo, causado por

• haber estado expuestos real o imaginariamente a la muerte propia o de algún ser querido;
• por haber presenciado directamente la muerte de vecinos, compañeros de trabajo, conocidos;
• por haber experimentado directamente otros sucesos traumáticos, como un derrumbe;
• por haber presenciado directamente cómo les ocurría a otros ese suceso;
• por estar expuestos repetidamente a réplicas sísmicas.

Este trastorno suele tener una duración entre tres y treinta días a partir de la exposición al trauma y se caracteriza, entre otros síntomas, por recuerdos y sueños recurrentes relacionados con el suceso; malestar psicológico intenso, estado de ánimo negativo, sentido de realidad alterado, esfuerzos por evitar recuerdos, sentimientos o pensamientos angustiosos estrechamente relacionados con el suceso, alteración del sueño, hipervigilancia, problemas de concentración, respuesta de sobresalto exagerada y comportamiento irritable.

En general, la sintomatología va desapareciendo paulatinamente en el transcurso de un mes; sin embargo, si los síntomas persisten, podemos pensar que el trastorno ha evolucionado a un Trastorno de Estrés Postraumático, cuya duración puede rebasar por mucho los tres meses.

En un caso como el que nos aqueja, y a reserva de que sea posible que se practique una evaluación psiquiátrica que determine la adecuada administración de ansiolíticos y antidepresivos, son fundamentales la asistencia pública y la solidaridad de todos aquellos que puedan brindar cobijo, comida, o cobertura de otras necesidades.

FRANZ MARC. Caballo azul

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