PSICOFARMACOLOGÍA Y PSICOFÁRMACOS V

Ansiolíticos 2

Si bien la ansiedad es parte normal de nuestra vida, pues siempre hay algo por qué preocuparse, pero no todos alcanzamos los mismos niveles de ansiedad ni somos igualmente capaces de controlarla.  Según estadísticas de los Estados Unidos, la ansiedad es el principal problema psiquiátrico de ese país, y probablemente del mundo. De ahí también que las benzodiacepinas, una vez que hicieron su aparición en el mercado fines de los años cincuenta, sean uno de los psicofármacos de mayor consumo, además de por su efectividad, porque su acción tiene diversos usos clínicos, dependiendo de su potencia y farmacocinética.

  • Como ansiolíticos, las benzodiacepinas se emplean para aliviar la ansiedad pura, los trastornos de pánico y las fobias.
  • Como hipnótico, es un gran inductor del sueño y un fármaco ideal contra el insomnio.
  • Como miorrelajante, se le emplea en pacientes que sufren espasmos musculares y trastornos espáticos.
  • Como anticonvulsivo está indicado lo mismo en el caso de ataques causados por intoxicación por drogas que en algunas formas de epilepsia.
  • Porque entre sus efectos está un breve deterioro de la memoria, se le emplea también como sedante preoperatorio.

A pesar de estas diferencias, todas las benzodiacepinas actúan aumentando la acción de una sustancia química natural del cerebro: el neurotransmisor inhibitorio GABA (ácido gamma-aminobutírico) cuya función es la de comunicar a las neuronas con las que se pone en contacto que disminuyan su velocidad o que dejen de transmitir; esto significa que GABA tiene un efecto natural tranquilizante que, en caso necesario, se ve incrementado con la ingesta de benzodiacepinas.

Por su distinto uso clínico, por la necesidad de valorar las dosis y el riesgo de generar dependencia, las benzodiacepinas son medicamentos controlados, que deben estar bajo estricto control del médico psiquiatra.

La próxima semana revisaremos brevemente el llamado “circuito del miedo”, que no es otra cosa que el conjunto de regiones cerebrales que permiten tanto a los humanos como a los animales responder a las señales de peligro y cómo, exclusivamente en el cerebro humano, esas señales se pueden asociar con otras experiencias para generar estados de verdadera angustia.

guardianes-del-tiempo

 MANFRED KIELNHOFER. Guardianas del tiempo

Enviar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.