PSIQUIATRÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA (segunda parte)

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN / HIPERACTIVIDAD I

EL TDAH es una condición neuropsiquiátrica, de etiología mayormente genética (75% de los casos; el resto tiene una etiología diversa),  que afecta a preescolares, niños, adolescentes y adultos de todo el mundo. Lo extendido del trastorno ha contribuido a que sea actualmente uno de los temas psiquiátricos mejor investigados,  para el que se han encontrado tratamientos altamente confiables.

¿En qué consiste el trastorno?

La atención es un conjunto de procesos necesarios para toda situación de vida, lo mismo para evaluar los estímulos externos y distinguir los que son relevantes de los que no lo son, que para tomar parte activa en los procesos cognitivos. Si la atención que prestamos a esos estímulos es suficiente y buena, nuestra respuesta será eficaz; en cambio, si la atención que ponemos es insuficiente o de mala calidad, estamos en riesgo de equivocarnos, de olvidar lo importante, de hacer la cosas de manera inadecuada, etc.

Muchos niños sanos son inatentos en un momento dado, pues mantener la atención, también en el caso de los adultos, depende la mayoría de las veces del interés que nos cause el estímulo o de no estar particularmente estresados. Lo mismo podría decirse de lo inquietos que pueden ser los niños sanos. Pero cuando la inatención y la actividad constante se vuelven crónicas y afectan la situación familiar y escolar de quien las presenta, hablamos entonces del trastorno por déficit de atención/hiperactividad.

Tipos de TDAH

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) distingue tres formas de presentación del trastorno: predominantemente inatenta, predominantemente hiperactiva/impulsiva y presentación combinada, cada una de las cuales puede tener una intensidad leve, moderada o grave.

  1. a) Tipo inatento

Una evaluación completa y la presencia de los siguientes síntomas permiten al médico diagnosticar TDA de tipo inatento, siempre y cuando al menos seis de ellos se hayan mantenido un mínimo de seis meses, afecten directamente las actividades sociales y académicas de la niña o el niño y no se detecte hiperactividad:

  • Falla en prestar debida atención a los detalles y comete errores por descuido.
  • Tiene dificultad para mantener la atención en la misma actividad (juego, clase o tarea).
  • Parece no escuchar cuando se le habla directamente (parece tener la mente en otra cosa).
  • Se le dificulta cumplir con sus tareas o seguir las instrucciones que se le dan.
  • Tiene dificultad para organizar su tiempo y sus espacios.
  • Le disgusta realizar tareas que requieren de un esfuerzo mental sostenido.
  • Pierde con frecuencia cosas que le son necesarias.
  • Lo distrae con facilidad cualquier estímulo externo.
  • Se olvida de hacer tareas incluso si son cotidianas.Georgios Iakovidis - Tutt'Art@ - (38)

GREGORIOS JAKOBIDES. Retrato de Vassilakis Melas

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