PSIQUIATRÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA (sexta parte)

Trastorno del lenguaje

Se considera un trastorno del lenguaje infantil cualquier dificultad en la adquisición y  uso de las modalidades hablada, escrita o ambas, ya sea por una deficiencia en la comprensión de aquello que se le dice al menor, o bien en la expresión de lo que quiere decir. Estas deficiencias incluyen dificultad para comprender oraciones largas,  vocabulario reducido, pocas habilidades para formar oraciones gramaticalmente correctas y deterioro del discurso o discapacidad para describir sucesos o tener una conversación.

Los trastornos del lenguaje son relativamente frecuentes (7 a 8% de los menores en jardín de niños), pero no suelen atenderse a tiempo, en parte porque muchas veces se superan de manera espontánea, cuando la edad de maduración de la niña o el niño llega a coincidir con su edad cronológica. Sin embargo, la detección psiquiátrica temprana del trastorno del lenguaje es crucial, no solo para un mejor pronóstico, sino para descartar, en un diagnóstico diferencial, que la sintomatología no sea en realidad indicadora de otros problemas neurológicos y psiquiátricos, como déficit auditivo, discapacidad intelectual, trastorno del espectro autista, mutismo selectivo, etc.

En su quinta edición, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales establece como criterios diagnósticos para los problemas de lenguaje la necesidad de que las capacidades lingüísticas estén notable y cuantificablemente por debajo de lo esperado para la edad y, en consecuencia, limite la comunicación eficaz, la participación social y los logros académicos; el inicio de los síntomas debe producirse en las primeras fases del desarrollo del menor, y las dificultades no pueden atribuirse a un deterioro auditivo o sensorial de otro tipo, a disfunción motora, discapacidad intelectual o retraso global del desarrollo.

Según estudios recientes, las niñas con trastorno del lenguaje tienden mayoritariamente a aislarse socialmente y a desestabilizarse emocionalmente, mientras que los niños, que son mayoría en el padecimiento del trastorno, suelen tener un comportamiento hiperactivo y disruptivo.

Los tratamientos más adecuados son:

  • Terapia individual del lenguaje, para enriquecer el vocabulario y mejorar la gramática.
  • Psicoterapia, para atender los problemas emocionales asociados con el trastorno de lenguaje.

 

 

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ALBERT ANKER. Louise Anker con su muñeca

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