La psicoterapia, sobre todo cuando es practicada por el propio médico psiquiatra o por un psicoterapeuta afín, es una parte esencial del tratamiento de los trastornos mentales, tanto los de baja prevalencia, como la esquizofrenia y el trastorno bipolar, como todos los que están considerados como males de nuestro tiempo y que incluyen la ansiedad, la depresión, el abuso de sustancias, los trastornos de la alimentación, etc.
A través de sus distintas técnicas, la psicoterapia constituye la mejor forma de establecer una sólida relación médico/paciente, indispensable para profundizar en el conocimiento de los pensamientos, afectos, emociones, actitudes y conductas verbales y no verbales de la persona, siempre en favor de su diagnóstico y tratamiento, que puede incluir la adquisición de habilidades para el mejor manejo de los problemas cotidianos, el desarrollo de la capacidad adaptación y de resiliencia, la adopción de patrones de vida sanos, la identificación de los factores que hacen que los problemas se vuelvan recurrentes, la identificación de los desencadenantes del dolor, la angustia, la ansiedad, etc.
De entre los distintos enfoques psicoterapéuticos, cuyos métodos están actualmente científicamente validados, el psiquiatra o el terapeuta elige uno o la combinación de algunos para ajustarlos a las necesidades de cada paciente. Los principales enfoques son:
Terapia cognitivo-conductual. Esta terapia tiene su fundamento en las teorías del aprendizaje y el conductismo. Su objeto se centra en los pensamientos, creencias y percepciones que pueden ser la causa de los problemas emocionales (parte cognitiva) y en la búsqueda de nuevas formas de actuar para superar esos problemas (parte conductual).
Psicoanálisis. Basado en la teoría de Freud, su postulado esencial es la existencia de procesos psíquicos inconscientes originados en la infancia que son la causa de los síntomas del paciente. El método psicoanalítico consiste en el análisis del discurso inconsciente del paciente para acceder a sus fantasías y deseos reprimidos.
Terapia psicodinámica. También basada en la teoría psicoanalítica freudiana, esta terapia sostiene que nuestra forma de relacionarnos con el mundo está marcada por las relaciones establecidas en la infancia y la niñez y que los problemas surgidos en esas relaciones aparecen como síntomas y problemas de relación en la vida adulta.
Las terapias humanistas (Gestalt, transaccional, existencial, etc.) se proponen ayudar al paciente a reconocer sus fortalezas, a pensar positivamente de sí mismo y a aumentar su auto-conciencia.
Estos temas se irán aclarando en entregas siguientes.
EL BOSCO. La extracción de la piedra de la locura