La psicoterapia psicoanalítica o psicodinámica es una práctica clínica que basa sus principios y teorías en el psicoanálisis, aunque puede ser breve o menos larga que el psicoanálisis ortodoxo y, para algunos teóricos, “menos intensa”. Por lo general, se sustituye el uso del diván o couch por un par de sillones que colocan al médico y al paciente frente a frente, para entablar una conversación entre una persona que busca darle sentido a sus preocupaciones y resolver sus problemas y un médico o terapeuta entrenado para ayudarlo a tener mayor conciencia tanto de su mundo interior como de su entorno pasado y presente.
Al igual que en el psicoanálisis, aunque con menos acento en la asociación libre, el médico o psicoterapeuta explora los pensamientos y deseos inconscientes que subyacen a la problemática actual del paciente e interpreta los procesos defensivos que le impiden ver con claridad la relación entre algunas experiencias internas y lo que ocurren en la vida diaria, al mismo tiempo que trabaja en todo lo relacionado con su autoestima.
También como ocurre en el psicoanálisis, la psicoterapia psicoanalítica o psicodinámica está dirigida sobre todo a ayudar a las personas con trastornos psicológicos graves a aliviar sus síntomas y reducir los estresores, a partir de comprender las emociones profundas muchas veces inconscientes que están a la base de los problemas y dificultades que los llevan a consultar a un médico. Pero estas mismas terapias son de gran interés para todas aquellas personas que no han podido darle sentido a su vida o que quieren profundizar en el conocimiento de sí mismos. Para este tipo de personas, psicoanalizarse es un acto ético.
FREUD EN SU ESTUDIO.