REFLEXIONES DESDE LA PSIQUIATRÍA Y EL PSICOANÁLISIS. Los daños colaterales de los padres narcisistas

Cuando el amor que una persona tiene por sí misma alcanza niveles patológicos, estamos hablando de un problema de narcisismo, de un trastorno de la personalidad que se caracteriza porque quien lo sufre niega su vulnerabilidad y fragilidad ante la crítica,  y se deja guiar por sus fantasías de éxito, poder, belleza, brillantez o amor ideal ilimitado, de las que se derivan falta de empatía y sentimientos y actitudes de grandeza, prepotencia y superioridad. Los hombres y mujeres narcisistas se sienten únicos, dignos de un trato especial y favorable, creen que son envidiados por los demás y, sin embargo, a pesar de su arrogancia, no les basta con sus creencias y fantasías, sino que estas están necesitadas de la admiración de los demás. Es posible que si no reciben atención y reconocimiento, caigan en estados de depresión y su trastorno pueda confundirse con el propio de la personalidad límite.

Cuando los padres anteponen sus propias necesidades a las de sus descendientes y estos no cuentan con abuelos u otros familiares que medien en la relación, es muy probable que compartan la sensación de no ser ni suficientemente deseados, ni suficientemente buenos, ni suficientemente listos, ni capaces de cumplir con las expectativas de un padre o una madre narcisista, que ve al hijo o a la hija como una extensión suya e indefectiblemente le traslada no solo la demanda de perfección, sino el rechazo y la crítica feroz de todo lo que siente inaceptable de sí mismo. Esto genera gran angustia en el niño o la niña, que tiene miedo de no ser amado, de no merecer serlo.

Al llegar a adultos, los hijos e hijas de padres narcisistas que no son atendidos oportunamente suelen repetir el patrón aprendido y ser narcisistas ellos mismos, o bien,  establecer otras relaciones de codependencia, volver crónica la sensación de culpa, tener poca confianza en sí mismos, sentir autodesprecio o vacío interior, sin que falten la ansiedad y la depresión que se incuban en la infancia cuando la vida familiar no es sana.

La terapia psicoanalítica es el tratamiento que ha dado mejores resultados tanto para el trastorno de la personalidad narcisista como para los daños que causa en los descendientes de quien lo sufre. Siempre que sea necesario, por lo trastornos del estado de ánimo asociados, el tratamiento incluirá la toma de psicofármacos.

adelita

GUSTAV KLIMT. Adele Bloch-Bauer

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