RESILIENCIA I

Lo que hemos visto acerca de las emociones positivas es en realidad un preámbulo para introducirnos en el tema de la resiliencia, es decir, de la capacidad que tenemos los humanos, algunas veces no desarrollada, de adaptarnos a los eventos estresantes o traumáticos, sin que exista el riesgo de recaer en el grado de angustia o estrés alcanzado en el momento del evento desafortunado o de desarrollar una patología como el estrés postraumático.

El término resiliencia se empleó originalmente en ingeniería para referirse a la propiedad que tienen algunos materiales de retomar su forma original después de que han sido deformados, o bien, a la resistencia que esos materiales presentan ante golpes o choques bruscos.

La imagen resulta  claramente afortunada para aplicarla a las personas que se recuperan de grandes sufrimientos, condiciones traumáticas, privaciones significativas, amenazas serias o estrés excesivo.

Esa capacidad sorprendente es resultado no tanto de un rasgo de personalidad como  de un proceso en el que intervienen factores genéticos, bioquímicos e individuales, familiares y comunitarios.

En la siguiente entrega hablaremos de las características psicológicas de la resiliencia.

 

 

JASON deCAIRES TAYLOR. Vicisitudes (escultura bajo el agua).

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