La anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa son trastornos que constituyen en la actualidad el objeto de un intenso esfuerzo de investigación multidisciplinaria, dadas su prevalencia y extrema gravedad. Se trata de enfermedades generadoras de angustia severa para quienes las sufren y de frustración extrema para sus familiares.
El incremento acelerado de casos que presentan estos trastornos se ha relacionado desde hace muchos años con factores socioculturales, biológicos y psicológicos.
Sobre los primeros, es innegable que desde el siglo pasado hemos asistido al desarrollo progresivo de un modelo idealizado de mujer, en el que el atractivo y el éxito social y profesional se asocian con estar delgada.
Entre los factores biológicos se señalan disfunciones endocrinas o de los sistemas neurotransmisores que regulan el patrón de ingesta, así como de predisposición genética, por ejemplo, a los trastornos de ansiedad y del humor.
Entre los factores psicológicos de la anorexia nerviosa destacan los antecedentes de personalidad obsesivo-compulsiva, mientras que los casos de bulimia se asocian más con los trastornos afectivos personales y familiares, así como con el trastorno de personalidad límite. En ambos trastornos se detectan baja autoestima y perfeccionismo.