USO DE SUSTANCIAS Y ADICCIONES (décima y última parte)

MAL USO Y ABUSO DE BENZODIACEPINAS

Las benzodiacepinas (clonazepam, alprazolam, lorazepam, etc.) son medicamentos indicados para el tratamiento de la ansiedad y el insomnio, por lo que constituyen en nuestra época el grupo de fármacos más prescritos.

Estas sustancias actúan intensificando el efecto del neurotransmisor GABA (ácido gamma-aminobutírico), responsable de reducir la actividad de las neuronas que causan el estrés y la ansiedad.

Por sus efectos hipnóticos y por ser además relajantes musculares, las benzodiacepinas se emplean también como sedantes preanestésicos y como auxiliares en el tratamiento del síndrome de abstinencia del alcohol.

El uso prolongado de las benzodiacepinas ha sido controversial, porque se han considerado como posibles efectos adversos la tolerancia y la dependencia. Estudios recientes, sin embargo, permiten clasificar como pacientes susceptibles de desarrollar realmente dependencia a los llamados politoxicómanos, que entre otras sustancias también consumen benzodiacepinas; a los alcohólicos que abusan de los medicamentos que les fueron prescritos para tratar la ansiedad crónica y el insomnio y, con mucho menor frecuencia, a los pacientes con trastornos de pánico que requieren dosis altas del fármaco.

El panel de investigadores del llamado “Estudio internacional de la opinión de expertos en el uso terapéutico de las benzodiacepinas y otros medicamentos psicoterapéuticos”, del National Center for Biotechnology del gobierno de los Estados Unidos, concluyó por mayoría que las benzodiacepinas no plantean un alto riesgo de dependencia y abuso en el tratamiento de los trastornos de ansiedad, e incluso señalan que el beneficio del medicamento rebasa con mucho sus riesgos potenciales, incluido el síndrome de abstinencia que, cuando se presenta, debe atenderse mediante la disminución paulatina de la dosis de la droga.

En contraste con muchas otras sustancias, la sobredosis de benzodiacepinas no es letal. Incluso en casos de empleo con intención suicida, los síntomas son generalmente mareo, letargia, ataxia, confusión y depresión media. Es mucho más grave el caso si las benzodiacepinas se combinan con otras sustancias hipnótico-sedativas o con alcohol.

Las benzodiacepinas son drogas controladas, es decir, requieren receta de médico registrado.

Toulouse Lautrec. Sola

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