USO DE SUSTANCIAS Y ADICCIONES (segunda parte)

Alcoholismo I

En el mundo occidental, el alcoholismo es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes. Según las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, alrededor de 3.3 millones de personas mueren cada año por problemas relacionados con el abuso de alcohol.

Está clínica y científicamente comprobado que el alcohol causa cambios agudos y crónicos en prácticamente todos los sistemas neuroquímicos, y su abuso puede producir síntomas psicológicos temporales como depresión, ansiedad, e incluso psicosis. El aumento en los niveles de consumo de alcohol a largo plazo produce tolerancia y adaptación física, por lo que su supresión puede precipitar el síndrome de abstinencia, caracterizado en bebedores moderados por temblor, debilidad, escalofrío, cefalea, deshidratación y náuseas; en grandes bebedores, los síntomas pueden llegar a producir delirium tremens, que agrega a la ansiedad otros síntomas más graves como desorientación, depresión profunda, convulsiones (epilepsia alcohólica) y alucinaciones. En casos más graves, pueden presentarse el síndrome de Korsakoff, caracterizado por la pérdida de la memoria reciente, y la encefalopatía de Wernicke, que genera movimientos anormales, confusión y cambios de carácter.

Además de los daños hepáticos, gastrointestinales, metabólicos y de tensión arterial, que causa el alcohol en los grandes bebedores, los trastornos psiquiátricos que con más frecuencia se asocian con el alcoholismo son: personalidad antisocial, depresión, ansiedad y suicidio.

En la siguiente entrega veremos algunas explicaciones psicológicas, sociales y genéticas en torno a la adicción al alcohol.Borrachos-Vincent Van Gogh

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