ABUSO, MALTRATO Y NEGLIGENCIA INFANTIL (tercera parte)

Abuso emocional y abuso sexual

El abuso emocional o psicológico ocurre cuando una persona le transmite a un niño o niña la idea de que no vale la pena, que es un fracaso, que su nacimiento no fue deseado, que no se le quiere, que está en peligro de muerte.

El abusador puede rechazar, atemorizar, ignorar, aislar o regañar al niño. El abuso emocional incluye agresiones verbales, como palabras de menosprecio, gritos, amenazas, acusaciones o sarcasmos, exponiendo al menor a la violencia doméstica, a la presión excesiva o  conduciéndolo a que se involucre en actividades antisociales.

El abuso sexual de menores se refiere al comportamiento sexual entre un niño y un adulto o entre dos menores cuando uno de ellos es significativamente mayor o ejerce coerción sobre el otro. El abusador y la víctima pueden ser del mismo sexo o de sexo opuesto, y la conducta sexual incluye tocamiento de senos, glúteos y genitales, sin importar si la víctima está vestida o desnuda. También cuenta como abuso sexual el exhibicionismo, la felatio, el cunnilingus y cualquier forma de penetración, con el órgano sexual o con algún objeto.

El abuso sexual puede referirse a una conducta duradera en el tiempo o a un solo incidente.

Además de las formas de tocamiento sexual inapropiado, el abuso sexual también se refiere a la explotación sexual de menores, ya sea con actividades relacionadas con la pornografía o la prostitución.

 

BALTHUS. Teresa soñando

 

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