PSIQUIATRÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA. Discapacidad intelectual

Cuando el menor muestra limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual (razonamiento, aprendizaje, solución de problemas) o en las habilidades adaptativas (sociales, prácticas, conceptuales) que emergen antes de los 18 años, hablamos de discapacidad intelectual. Aunque el criterio con que tradicionalmente se diagnosticaba esta discapacidad se refería exclusivamente al cociente intelectual por debajo de la media (CI <70). Los autores del DSM-5 dejan de considerar el CI como el criterio definitorio y optan por prestar atención a los distintos síntomas que en mayor o menor grado puede presentar una persona. Un niño con discapacidad intelectual leve dará muestras que alertan a padres y maestros alrededor del segundo año de primaria, cuando aumenten sus demandas académicas y es probable que no logre avanzar más allá del sexto grado. Como adulto, sin embargo, lo más probable es que pueda vivir solo y ser mínimamente autosuficiente. La discapacidad moderada no impide que el menor adquiera el lenguaje y se comunique adecuadamente durante la infancia, pero serán los retos académicos los que hagan casi imposible un progreso después del tercer o cuarto grado. A pesar de todo, y si cuentan con apoyo adecuado, podrán desarrollar trabajos manuales bajo supervisión. Si es severa, lo más probable es que a partir de la adolescencia o la vida adulta, la persona encuentre mejores condiciones de vida en alguna casa hogar, donde podrá desarrollar algunas actividades bajo supervisión. Existe un buen número de trastornos psiquiátricos comórbidos con la discapacidad intelectual, sobre todo cuando esta es moderada o severa. Entre ellos están las conductas disruptivas, trastornos del estado de ánimo, esquizofrenia y autismo que puede incluir conductas de autoestimulación...

PSIQUIATRÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA. Trastornos del aprendizaje

Quizá lo primero que debemos señalar es que los trastornos del aprendizaje no tienen que ver con la inteligencia. Hay muchos personajes destacados en el mundo del arte, la comunicación, los negocios y, puede ser que hasta en la ciencia, que han sufrido algún tipo de trastorno del aprendizaje como dislexia, discalculia o poco razonamiento matemático. Se trata de trastornos del neurodesarrollo, causados por cuestiones genéticas o medioambientales,  que se manifiestan sobre todo en la edad escolar, cuando se advierte en el menor algún grado de discapacidad cerebral para procesar información verbal y no verbal, que compromete sobre todo las áreas específicas relacionadas con la lectura fluida de palabras y oraciones, la gramática y la ortografía de las expresiones escritas, y el cálculo aritmético / matemático. Esto hace que a los niños afectados con alguna o varias de estas formas del trastorno les resulte casi imposible ir al parejo de sus compañeros en ciertas materias, si bien es cierto que pueden sobresalir en otras. El tratamiento más adecuado para estos trastornos es la educación especial dentro del salón de clases, las terapias específicas de habla y lenguaje, las tutorías para fortalecer lo visto en clase y desarrollar estrategias de aprendizaje. La falta de rendimiento académico en materias tan básicas como lectura, lenguaje y matemáticas, unida a la incomprensión familiar y docente, es la causa principal de que el trastorno original se complique, y el niño o niña tenga que sufrir además baja autoestima, depresión, ansiedad, frustración constante y otros trastornos que requerirán la consulta al psiquiatra o al psicólogo, quien le ayudará a superar los trastornos del estado de...

PSIQUIATRÍA DE LA INFANCIA Y LA ADOLESCENCIA. Trastornos del neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo que generalmente requieren de la consulta psiquiátrica son el déficit de atención, los trastornos del aprendizaje y de la conducta; la discapacidad intelectual y los incluidos dentro el espectro autista, asociados todos ellos con el sistema neurológico y el cerebro. Más raramente acuden a la consulta los casos de parálisis cerebral y los que se refieren a discapacidades visuales o auditivas, salvo que en ellos se presenten también trastornos emocionales, como ansiedad y depresión. Es frecuente que las niñas y niños que padecen alguno de estos trastornos presenten entre sus síntomas problemas con el habla y el lenguaje, la motricidad, la conducta, la memoria o alguna otra función neurológica. Aunque algunas discapacidades pueden ser permanentes, muchas veces evolucionan favorablemente con el crecimiento del paciente. 1. Trastorno por déficit de atención / hiperactividad Sobre este trastorno hemos publicado diversos textos que pueden consultarse en el Blog de www.drmassa.com.mx., pero vale la pena insistir en que se trata de un problema que dificulta las relaciones de la niña o el niño con sus padres y compañeros, que afecta seriamente el desempeño académico y que reduce sensiblemente los logros vocacionales, puesto que generalmente conjuga la inatención propiamente dicha con hiperactividad y/o impulsividad. Para el TDAH, se considera de primera línea el tratamiento farmacológico (estimulantes del sistema nervioso), que ha mostrado gran eficacia y efectos secundarios leves y generalmente tolerados. Idealmente debe complementarse con psicoterapia o neurofeedback. ANDREA SALTINI. Palillo de...