POR LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES (decálogo de Martha Nussbaum, segunda parte):

RAZÓN PRÁCTICA.Estar en condiciones de formarse una concepción de lo que está bien y comprometerse en una reflexión crítica sobre cómo programar la propia vida. Esto conlleva la protección de la libertad de conciencia. PERTENENCIA. A) Poder vivir con los otros y por los otros, reconocer la humanidad de los demás y demostrar preocupación por el prójimo; empeñarse en varias formas de interacción social; poder entender las condiciones de los demás y sentir compasión; ser capaz de justicia y de amistad. Tutelar esta capacidad significa tutelar instituciones que fundan y alimentan estas formas de pertenencia y también tutelar la libertad de palabra y de asociación política. B) Tener las bases sociales para el respeto de sí y para no ser humillados; poder ser tratada como persona digna cuyo valor es igual al de los demás. Esto implica, a nivel mínimo, protección contra la discriminación basada en la raza, el sexo, la tendencia sexual, la religión, la casta, la etnia, los orígenes nacionales. OTRAS ESPECIES.Estar en condiciones de vivir en relación con los animales, las plantas y con el mundo de la naturaleza demostrando interés y cuidando de ellos. JUEGO.Poder reír, jugar y gozar de actividades recreativas. CONTROL DEL PROPIO AMBIENTE. A) Político. Poder participar de un modo eficaz en las decisiones políticas que gobiernan la propia vida; gozar del derecho de participación política, tener garantías de libertad de palabra y de asociación. B) Material. Tener derecho a la posesión (de tierra y bienes) no sólo formalmente, sino en términos de oportunidades concretas; tener el derecho de buscar trabajo sobre la misma base que los otros; estar protegida contra requisas o arrestos...

POR LA DIGNIDAD DE LAS MUJERES

La filósofa MARTHA NUSSBAUM, defensora de la causa feminista, propuso un decálogo para defender la dignidad de las mujeres  que sin duda resulta ideal para todo el género humano. Hoy presentamos cinco de las funciones humanas que la autora considera fundamentales:  Vida. Tener la posibilidad de vivir hasta el fin una vida humana de duración normal; de no morir prematuramente, o antes que la propia vida sea limitada de tal modo que se vuelva indigna de ser vivida. Salud física. Poder gozar de buena salud, incluida una sana reproducción; poder ser adecuadamente nutridas; tener una habitación adecuada. Integridad física. Estar en condiciones de moverse libremente de un lugar a otro; de estar protegidas contra las agresiones, incluida la agresión sexual y la violencia doméstica; tener la posibilidad de gozar del placer sexual y tener capacidad de elección en el campo reproductivo. Sentidos, imaginación y pensamiento. Poder usar los propios sentidos para imaginar, pensar y razonar, teniendo la posibilidad de hacerlo en modo verdaderamente humano, o sea de un modo informado y cultivado por una instrucción adecuada, que comprenda la alfabetización, matemática elemental y formación científica, pero en absoluto limitada a esto. Estar en condiciones de usar la imaginación y el pensamiento en conexión con la experiencia y la producción de obras autoexpresivas. Poder ir en busca del significado último de la existencia de un modo propio. Poder hacer experiencias placenteras y evitar dolores inútiles. Sentimientos. Sentir afecto por cosas y personas más que por sí mismas, amar a aquellos que nos aman y que cuidan de nosotras, sufrir por su ausencia; en general, amar, sufrir, experimentar deseo, gratitud e ira...

PRECISIONES DE LA PSIQUIATRÍA 4

  Presumiblemente, el adulto de mediana edad ha alcanzado su nivel óptimo de desarrollo personal, aunque con ello solo haya visto incrementadas responsabilidades que exigen entre otras, estas tareas de desarrollo: Fortalecer las relaciones conyugales. Mantener un nivel de vida. Ayudar a los hijos en su transición hacia la vida adulta, que suele implicar el abandono del hogar familiar y la sensación de nido vacío. Ahorrar para el retiro. Enfrentar probablemente la enfermedad y muerte de los padres. Ajustarse a los cambios fisiológicos. Más placenteras: Recuperar viejos gustos y decidir cómo pasar la “tercera edad”. Del adulto joven, hasta hace unos años se esperaba que siguiera los pasos de los padres y consolidara su propia identidad, acudiera a la universidad, hallara un buen trabajo, se fueran de la casa, encontrara marido o esposa e iniciara su propia familia. No parece tan sencillo para los “millennials”, pues aunque su desarrollo biológico y fisiológico no ha cambiado con respecto al de sus padres, el mundo en el que viven sí se ha modificado drásticamente. El costo de la educación ha aumentado sustancialmente, los trabajos bien pagados escasean, muchas parejas jóvenes y con educación viven juntas sin casarse y sin desear tener hijos, mientras que otros jóvenes con menos educación tienen hijos sin casarse y sin ser capaces de mantenerlos. Por otra parte el alto costo de la vida independiente desalienta a los adultos jóvenes a dejar la casa paterna y prolonga en demasía su adolescencia. Quizá sus tareas desarrollo del adulto joven están todavía por inventarse. LOUISE PETERSON. Echando...

PRECISIONES DE LA PSIQUIATRÍA 3

Se conocen como “tareas de desarrollo” todas aquellas habilidades físicas, sociales, cognitivas y emocionales que es necesario adquirir en cada etapa de la vida para tener éxito en la siguiente. En el caso del adulto mayor, se han señalado: Cuidar la apariencia y la integridad física. Hacer una “revisión de vida”, es decir, hacer conscientes de manera progresiva las experiencias pasadas. Mantenerse sexualmente activa o activo. Aceptar la muerte de la pareja. Aceptar la jubilación o retiro. Aceptar los achaques y en general las fallas del organismo. Desapegarse de las posesiones. Relacionarse bien con los nietos. Lo más sano y común es que en esta etapa de la vida haya desaparecido todo deseo de acumulación, en especial de la riqueza.   LOUISE PETERSON. Gran...

SOLIDARIDAD

La solidaridad desplegada tras los últimos sismos, las larguísimas cadenas humanas formadas para rescatar, llevar agua y alimentos, buscar alojamiento y atender otras necesidades económicas y de higiene y salud, requieren de una explicación que rebasa con mucho los planos biológico y psicológico, pues en la mayoría de los casos no se ha tratado ni de una respuesta refleja, instintiva, ni de una reacción espontánea, puramente emocional, producto de una experiencia común. Lo que hemos visto y seguimos viendo en los numerosos grupos de jóvenes y maduros, mujeres y hombres que ponen al servicio de los más afectados sus manos, saberes y quehaceres, implica una voluntad racional, es decir una toma de conciencia de la necesidad de cooperar con el grupo social y un deseo inquebrantable de hacerlo. Eso es lo que da a esta forma de solidaridad su verdadero valor social, que incluye la capacidad de evidenciar y denunciar graves fallas y abrir caminos para nuevas formas de pensar y de actuar que produzcan los cambios sociales y políticos que son tan necesarios. EDWIN LANDSEER. Milo, perro salvador, rescatando a una...