LAS PSICOSIS (quinta y última parte)

Otros trastornos psicóticos El trastorno delirante crónico (paranoia),  el trastorno depresivo con síntomas psicóticos (depresión psicótica o delirante), las psicosis reactivas y las psicosis tóxicas, son cuadros que han sufrido distintas descripciones y clasificaciones, pero quedan en general excluidos del cuerpo de las esquizofrenias. Cada uno tiene características que les son propias. El trastorno delirante o paranoia se caracteriza por la aparición de un delirio sostenido por una idea fija, por una creencia firme,  irrebatible e inmodificable, a partir de la cual el paciente construye un sistema coherente y compacto, con apariencia de verosimilitud. A diferencia del delirio esquizofrénico, las ideas delirantes del sujeto paranoico  no son extrañas o absurdas, sino que comprenden situaciones que pueden darse en la vida real, como ser traicionado por el marido o la mujer, ser perseguido, amado a distancia, envenenado, infectado o tener una enfermedad. Es también característico que, en relación con el tema de su delirio, la persona ofrezca argumentos lógicos y reforzados de manera convincente. Salvo por el impacto que las ideas delirantes tengan sobre el aspecto de la vida de que se traten, el individuo paranoico es de apariencia normal y su comportamiento es adecuado. De acuerdo con el tema delirante que predomine, el DSM-IV distingue los siguientes tipos de trastorno delirante: Erotomaníaco: ideas delirantes de que otra persona, generalmente de un estatus superior, se ha enamorado del sujeto. Grandiosidad: ideas delirantes de exagerado valor propio, de poder, conocimientos o fama. Celotípico: ideas delirantes de que la pareja sexual es infiel. Persecutorio: ideas delirantes de ser perjudicado directamente o a través de un allegado. Somático: ideas delirantes de tener un...

LAS PSICOSIS (cuarta parte)

LAS PSICOSIS (cuarta parte) Subtipos de esquizofrenia Hasta hace muy poco se mantenía la distinción de varios subtipos de esquizofrenia, atendiendo a la presencia o mayor acentuación de algunos síntomas; sin embargo, la clínica ha mostrado que los subtipos pueden coexistir o reemplazarse en el curso de la enfermedad. Para mayor comprensión de la sintomatología esquizofrénica, mencionaremos los siguientes subtipos: Esquizofrenia simple: se presenta generalmente en individuos previamente normales y que de forma más o menos brusca se van haciendo retraídos, tienen distintos fracasos y dificultades de adaptación, con escasas reacciones emocionales. Estos pacientes suelen llamar la atención en los niveles escolares porque se comportan de manera extraña, con tendencia a permanecer ensimismados. No presentan alucinaciones ni delirios, pero su deterioro es progresivo. Esquizofrenia hebefrénica o desorganizada: tiende a ocurrir a edad más temprana que otras variedades y de ahí el prefijo “hebe”, que significa juventud. Presenta alteraciones similares a la forma simple, con un deterioro progresivo. Existe un importante debilitamiento de la capacidad mental. Pueden presentar ideas pseudofilosóficas, con lenguaje rebuscado y carente de contenido. Esquizofrenia paranoide: es la forma más frecuente, típica y de aparición más tardía. Su signo fundamental es la aparición de uno o más delirios vinculados a un tema o a un conjunto limitado de temas, acompañados de alucinaciones auditivas. El delirio más frecuente es el de persecución, pero también puede ser religioso, depresivo, de grandeza, de celos o de gran complejidad hipocondríaca. Esquizofrenia catatónica: es el tipo menos frecuente, pero más fácil de reconocer por el predominio de síntomas motores, como mímica inadecuada, con gestos faciales y manierismos. Puede aparecer el síndrome propiamente...

LAS PSICOSIS (tercera parte)

LAS PSICOSIS (tercera parte) Esquizofrenia: síntomas negativos y trastornos formales del pensamiento A diferencia de los síntomas positivos, asociados sobre todo con las alucinaciones y los delirios, los síntomas negativos de la esquizofrenia implican la disminución o incluso la pérdida de habilidades y funciones. No se les reconoce fácilmente como síntomas de la enfermedad y siempre hay el riesgo de que se les considere defectos de la personalidad. Estos síntomas son: Aplanamiento afectivo, que incluye: expresión facial inmutable, disminución de movimientos espontáneos y de ademanes expresivos; falta de contacto visual. Abulia-apatía: falta de aseo, falta de persistencia en la escuela o el trabajo, energía física disminuida. Anhedonia: disminución del interés en la actividad sexual, en la capacidad de sentir intimidad y en la capacidad de goce. Inatención social: falta de la capacidad de relacionarse con amigos y semejantes. Desinterés social. Los trastornos formales del pensamiento integran un grupo específico, aunque solía incluírseles dentro de los síntomas positivos. Estos trastornos se refieren a la forma en que el paciente esquizofrénico piensa y no al trastorno del contenido de sus pensamientos, que son los delirios. Estos trastornos son: Alogia (pobreza de lenguaje y de su contenido; lentitud en la respuesta, bloqueo de la expresión); presión del habla (habla apresurada, difícil de interrumpir); habla distraída; tangencialidad (respuestas poco importantes, irrelevantes); descarrilamiento (pérdida de asociaciones y fuga de ideas); incoherencia (discurso ininteligible); falta de lógica; resonancia (las palabras se eligen por su sonido y no por su significado); minuciosidad (detalles excesivos); perseveración (repetición persistente de palabras o...

LAS PSICOSIS (segunda parte)

LAS PSICOSIS (segunda parte) Los síntomas positivos de la esquizofrenia Por sus características, los síntomas psicóticos se dividen en positivos y negativos. Los primeros se consideran positivos porque implican la presencia de fenómenos que no suelen aparecer en personas sanas. Los negativos, por su parte, reflejan la desaparición en el paciente de ciertas habilidades, emociones e impulsos que están normalmente presentes en individuos que no sufren una enfermedad. Un tercer grupo lo forman los trastornos formales del pensamiento. En la esquizofrenia, los síntomas positivos más comunes son las alucinaciones y los delirios. Las alucinaciones típicas aquellas en que el paciente escucha voces que no tienen un origen identificable, pero sí tienen tonos y cualidades que las diferencian unas de otras y las hacen parecer voces reales, que comentan o conversan. Además de las alucinaciones auditivas, algunas veces el paciente experimenta alucinaciones visuales, táctiles, olfativas, gustativas y somáticas o viscerales. Los delirios son creencias extrañas que el paciente sostiene a pesar de que la evidencia diga lo contrario. De hecho, es esencial al delirio que resulte imposible convencer de su irrealidad a quien lo sufre. Por su contenido, los delirios pueden ser de persecución, de celos, de culpa, de grandeza; delirios religiosos, somáticos, de referencia, de control; de inserción y de robo de pensamiento. También forma parte de los síntomas positivos el comportamiento extravagante del paciente, manifiesto en su forma de vestir y su apariencia; su conducta social y sexual, su agresividad y su conducta repetitiva....

LAS PSICOSIS (primera parte)

LAS PSICOSIS (primera parte) La esquizofrenia, la depresión psicótica y las psicosis asociadas con trastornos neurológicos forman parte de los problemas psiquiátricos que conocemos como psicosis. Todos ellos se caracterizan por el deterioro de la capacidad de percibir la realidad, pero sin duda la psicosis más incapacitante es la esquizofrenia. De ella comenzaremos a hablar en esta primera parte. La esquizofrenia es una enfermedad generalmente crónica, con exacerbaciones y remisiones, que incluye entre sus síntomas característicos alteraciones del pensamiento y de la percepción, y que generalmente se acompaña de un deterioro de la personalidad que induce a un distanciamiento progresivo del paciente con la realidad. La edad de comienzo suele ser entre los 14 y los 30 años, por lo que se debe dudar de un diagnóstico ante comienzos más tardíos. La enfermedad puede presentarse bruscamente o en forma lenta y sin síntomas aparentes, pero incluso en las manifestaciones bruscas suelen existir previamente síntomas incipientes que con frecuencia pasan desapercibidos. Estos síntomas pueden ser muy variables, pero con frecuencia la persona muestra conductas inadecuadas y parece “raro” a los demás. En ocasiones se encuentra hablando solo y mostrar una actitud de ausencia, con cierta perplejidad. También es frecuente que pase largo tiempo pensativo, mirando por la ventana o mirándose al espejo, en un estado de extrañamiento respecto de lo que le ocurre y de cómo percibe el mundo que le rodea, pues nota que hay algo diferente, pero no sabe qué, no logra darle una explicación. En las formas agudas existe una aparición brusca de la típica sintomatología esquizofrénica, como comportamiento gravemente desorganizado, con alucinaciones auditivas intensas y generalmente...