LAS PSICOSIS (tercera parte)

LAS PSICOSIS (tercera parte) Esquizofrenia: síntomas negativos y trastornos formales del pensamiento A diferencia de los síntomas positivos, asociados sobre todo con las alucinaciones y los delirios, los síntomas negativos de la esquizofrenia implican la disminución o incluso la pérdida de habilidades y funciones. No se les reconoce fácilmente como síntomas de la enfermedad y siempre hay el riesgo de que se les considere defectos de la personalidad. Estos síntomas son: Aplanamiento afectivo, que incluye: expresión facial inmutable, disminución de movimientos espontáneos y de ademanes expresivos; falta de contacto visual. Abulia-apatía: falta de aseo, falta de persistencia en la escuela o el trabajo, energía física disminuida. Anhedonia: disminución del interés en la actividad sexual, en la capacidad de sentir intimidad y en la capacidad de goce. Inatención social: falta de la capacidad de relacionarse con amigos y semejantes. Desinterés social. Los trastornos formales del pensamiento integran un grupo específico, aunque solía incluírseles dentro de los síntomas positivos. Estos trastornos se refieren a la forma en que el paciente esquizofrénico piensa y no al trastorno del contenido de sus pensamientos, que son los delirios. Estos trastornos son: Alogia (pobreza de lenguaje y de su contenido; lentitud en la respuesta, bloqueo de la expresión); presión del habla (habla apresurada, difícil de interrumpir); habla distraída; tangencialidad (respuestas poco importantes, irrelevantes); descarrilamiento (pérdida de asociaciones y fuga de ideas); incoherencia (discurso ininteligible); falta de lógica; resonancia (las palabras se eligen por su sonido y no por su significado); minuciosidad (detalles excesivos); perseveración (repetición persistente de palabras o...

LAS PSICOSIS (segunda parte)

LAS PSICOSIS (segunda parte) Los síntomas positivos de la esquizofrenia Por sus características, los síntomas psicóticos se dividen en positivos y negativos. Los primeros se consideran positivos porque implican la presencia de fenómenos que no suelen aparecer en personas sanas. Los negativos, por su parte, reflejan la desaparición en el paciente de ciertas habilidades, emociones e impulsos que están normalmente presentes en individuos que no sufren una enfermedad. Un tercer grupo lo forman los trastornos formales del pensamiento. En la esquizofrenia, los síntomas positivos más comunes son las alucinaciones y los delirios. Las alucinaciones típicas aquellas en que el paciente escucha voces que no tienen un origen identificable, pero sí tienen tonos y cualidades que las diferencian unas de otras y las hacen parecer voces reales, que comentan o conversan. Además de las alucinaciones auditivas, algunas veces el paciente experimenta alucinaciones visuales, táctiles, olfativas, gustativas y somáticas o viscerales. Los delirios son creencias extrañas que el paciente sostiene a pesar de que la evidencia diga lo contrario. De hecho, es esencial al delirio que resulte imposible convencer de su irrealidad a quien lo sufre. Por su contenido, los delirios pueden ser de persecución, de celos, de culpa, de grandeza; delirios religiosos, somáticos, de referencia, de control; de inserción y de robo de pensamiento. También forma parte de los síntomas positivos el comportamiento extravagante del paciente, manifiesto en su forma de vestir y su apariencia; su conducta social y sexual, su agresividad y su conducta repetitiva....

LAS PSICOSIS (primera parte)

LAS PSICOSIS (primera parte) La esquizofrenia, la depresión psicótica y las psicosis asociadas con trastornos neurológicos forman parte de los problemas psiquiátricos que conocemos como psicosis. Todos ellos se caracterizan por el deterioro de la capacidad de percibir la realidad, pero sin duda la psicosis más incapacitante es la esquizofrenia. De ella comenzaremos a hablar en esta primera parte. La esquizofrenia es una enfermedad generalmente crónica, con exacerbaciones y remisiones, que incluye entre sus síntomas característicos alteraciones del pensamiento y de la percepción, y que generalmente se acompaña de un deterioro de la personalidad que induce a un distanciamiento progresivo del paciente con la realidad. La edad de comienzo suele ser entre los 14 y los 30 años, por lo que se debe dudar de un diagnóstico ante comienzos más tardíos. La enfermedad puede presentarse bruscamente o en forma lenta y sin síntomas aparentes, pero incluso en las manifestaciones bruscas suelen existir previamente síntomas incipientes que con frecuencia pasan desapercibidos. Estos síntomas pueden ser muy variables, pero con frecuencia la persona muestra conductas inadecuadas y parece “raro” a los demás. En ocasiones se encuentra hablando solo y mostrar una actitud de ausencia, con cierta perplejidad. También es frecuente que pase largo tiempo pensativo, mirando por la ventana o mirándose al espejo, en un estado de extrañamiento respecto de lo que le ocurre y de cómo percibe el mundo que le rodea, pues nota que hay algo diferente, pero no sabe qué, no logra darle una explicación. En las formas agudas existe una aparición brusca de la típica sintomatología esquizofrénica, como comportamiento gravemente desorganizado, con alucinaciones auditivas intensas y generalmente...

El trastorno maniaco depresivo (trastorno bipolar)

El trastorno maniaco depresivo (trastorno bipolar), que generalmente se presenta en pacientes cuyas edades oscilan entre los 20 y los 30 años, se caracteriza por episodios periódicos ya sea de manía severa o de depresión severa. Fase maníaca. Aunque muchas personas que sufren el trastorno funcionan en un nivel hipomaníaco que les permite ser muy energéticas y trabajar intensamente, es posible que en un momento dado entren en una fase propiamente maníaca, en la que se manifiestan síntomas como euforia, habla rápida, hiperactividad motriz, sexualidad exacerbada, falta de sueño y otros varios comportamientos impulsivos, frecuentemente autodestructivos. Fase depresiva. En esta fase, que es la más frecuente, la sintomatología es exactamente la opuesta a la maníaca: humor depresivo, disminución de la actividad motriz, habla lenta, hiposexualidad y trastornos del sueño son algunos de los síntomas principales. Cuando no se atienden, los periodos depresivos suelen durar entre tres y ocho meses, aunque se intercalan períodos de funcionamiento relativamente normal. Entre las clasificaciones que se han hecho del trastorno está la que distingue entre T. Bipolar I (con recurrentes episodios maníacos o al menos uno maníaco y uno de depresión mayor) y T. Bipolar II (con recurrentes episodios de depresión mayor y al menos uno de hipomanía). La mejor forma de diagnosticar el trastorno es mediante la observación clínica del estado del paciente e indagando los...

Además de la depresión clínica o depresión mayor, forman parte del espectro del trastorno depresivo:

Además de la depresión clínica o depresión mayor, forman parte del espectro del trastorno depresivo: La distimia, que es un tipo de depresión crónica leve, caracterizada por fatiga diurna, pensamientos pesimistas o negativos, baja autoestima, poca motivación o poco entusiasmo, disminución de la capacidad de disfrute. El trastorno afectivo estacional, presente sobre todo cuando disminuye sensiblemente la exposición a la luz, como en el caso de las personas que trabajan de noche o que viven en áreas nubladas, muy contaminadas o en el hemisferio norte durante el invierno. El síndrome premenstrual, que presenta aproximadamente el 5% de las mujeres en edad fértil, y que consiste en la alteración del estado de ánimo unos cuantos días antes de la menstruación. Junto con la depresión, pueden presentarse ansiedad e irritabilidad. La depresión psicótica, cuyos síntomas pueden observarse en depresión unipolar, en el trastorno bipolar y en los contextos de postparto y menopausia. Sus síntomas suelen ser delirios somáticos, falsas creencias, minusvalía, pensamientos paranoides y, en ocasiones, alucinaciones auditivas. Si usted presenta síntomas asociados con estos trastornos,...