TRASTORNOS DE LA CONDUCTA ALIMENTARIA (quinta y última parte)

BULIMIA NERVIOSA II La falta de control de impulsos que es característica de la bulimia nerviosa hace que en muchos casos este trastorno alimenticio no sea sino un complejo sintomático propio de un trastorno de personalidad límite, asociado con otros trastornos de impulsividad como dependencia del alcohol y las drogas, robo compulsivo, promiscuidad sexual, inestabilidad emocional, autolesiones e intentos suicidas. Como trastorno en sí misma o como síntoma de algo más grave, la bulimia nerviosa presenta complicaciones médicas metabólicas (hipocalcemia, acidosis, hipocloremia, desidratación), renales (fallas de riñón agudas y crónicas), cardiovasulares (arritmias), dentales (múltiples caries, pérdida de esmalte), gastrointestinales (crecimiento de las glándulas salivales, esofagitis por reflujo, distención abdominal, colon irritable) y muscoesqueléticas (calambres, tetania). En los casos de bulimia nerviosa no complicada el tratamiento indicado es la terapia cognitivo conductual. Cuando se presentan síntomas psiquiátricos adicionales, el tratamiento debe combinarse con psicofármacos y, de ser necesario, recurrir a la hospitalización....