PRECISIONES PSIQUIÁTRICAS

Las psicosis y la esquizofrenia II

Cualquiera que sea su causa, un episodio psicótico no se produce repentinamente. Siempre lo anteceden una serie de signos que muchas veces los familiares solo alcanzan a ver en retrospectiva, cuando asocian una serie de cambios graduales en la conducta del paciente, manifiesta por lo general en un desinterés por el aseo personal, una baja en el rendimiento académico o laboral, poca concentración, tendencia al aislamiento y reacciones emocionales exacerbadas o, en su defecto, ausencia de emociones ante cualquier situación.

A estos pródromos de un cuadro psicótico le siguen los primeros signos de percepciones auditivas, visuales u olfativas, no compartidas por los demás y, muchas veces, una no conocida suspicacia y una nueva inclinación a sostener y aferrarse a ideas o creencias extrañas.

Una vez que se manifiesta plenamente, el episodio psicótico aúna a los signos anteriores las alucinaciones y los delirios.

La imagen corresponde a Shamash, el dios mesopotámico del sol y dios de la justicia para los babilonios. Esta figura de terracota fue creada cerca del año  de 1900 A.C. y forma parte de los tesoros del Museo Británico de Londres.

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